Huelga poética.

 Manifiesto mi abstención poética hasta no hablar contigo, por tanto me considero en huelga indefinida hasta que el olvido, la muerte, tu o todas lleguen.
Protesto por la soledad arraigada, por los silencios tan largos, por esos días tan oscuros y por esas noches en que tu voz no estaba, por esas promesas rotas y esos ayeres que añoras, protesto cual infante, con la necedad de negarse a seguir escribiendo hasta que no se cumplan sus expectativas. 
Me privo hoy de una de las cosas que mas quiero, con la intención de mostrar que no es un que lo que quiero, sino un quien.
Abandono la tarea de escribir versos hasta que el amor no se reivindique, hasta que dios llegue...
Dejo atrás ésto hasta que la persona para la cual escribo no haga acto de presencia, hasta que no sonría, hasta que ella tome conciencia (o no).
Exijo subversión, reivindicación, aclaración o ser ignorado, para el caso da lo mismo, en estos días da igual la poesía, la letra escrita con sangre, el sentimiento mostrado en una frase, o el silencio que sucede al esperarte, y aún más, da igual quien escribe.

Años sin ti.

Ya no le escribiré a la ausencia ni a la falta,
no hablare sobre la noche y el brillo que oculta,
no más de ti ni de mi, ni de nada.

Me canse de gritarle a la luna el amor que te profeso,
no me siento bien, me hace falta vida lo confieso
y tu de pronto apareces con tus aires de salvación
cargando en las manos mi redención,
sabiendo que te irás y me dejarás más decepción.

¡En verdad estoy enfermo por querer a mi lado a la persona que me ha hecho más feliz que cualquier otra en la vida?
Es difícil expresarse cuando lo que atiende es una sombra, cuando lo que se quiere es simplemente una amiga.

Quizá la solución sea partir
llegar muy lejos y ahí morir,
dejar todo para no volver,
convertirme en un cadáver
(o lo que es lo mismo) nunca volverte a ver.

Estos años me hizo tanta falta alguien en quien confiar,
un tal que me ayudara a soñar,
un corazón para amar
un amigo para mi corazón entibiar.

Apareces y desapareces al instante
eres un fantasma errante
y yo un pobre loco elocuente,
que te espera a pesar de su muerte.

Me voy esperando encontrarte en el camino
¡ya sé que suena estúpido!
pero que más da, es mi vida lo único que pierdo.

No sé que hacer sin ti, llevo años así.

Te soñé.

Hoy desperté acelerado, buscando tu rostro en esta realidad.
Soñé contigo, y ahí, hasta te pude tocar
rose mi mano con tu hombro
y me devolviste una sonrisa detrás.
Cuanto te extraño.
En esa fantasía, jugábamos algo
sin embargo,
yo te buscaba y tu corrías
te escondías y ya no te veías;
te fuiste en el sueño también huiste.
Te soné y desperté con el corazón en la palma
con tu mirada clavada en el alma,
sin la posibilidad de escucharte,
con el único propósito que estaba claro, pensarte.
Te volví a ver, tan radiante como siempre,
tan bonita como siempre,
y en un sueño como siempre.


Tu habitabas mi alegría que sin ti sólo sucedió una casa vacía,
eres un sueño recurrente, para hoy mi falta de armonía.