sábado, 4 de enero de 2014

Querer una flor.

Y decir que te quise tanto,
hablar de lo que pudimos haber sido.
Y pensar que te quiero
ahora que estas conmigo.

Sentirte aquí, no más lejos que el siempre,
sentirte desde lo inusual hasta el vientre,
y todo a flor de piel ya desde hace un diciembre.

Devenir ideático, inspiración romántica,
tu rostro para mi poesía una trófica,
tu estancia en mi vida una gnómica,
mujer que escribe esperando hermenéutica,
belleza sapiencial, toda ella tan fotogénica.

Palabras de más, frases de menos,
el asunto va de pasarla de andariegos.
de hacer de lo nuestro un olvido
y cada día traerlo como algo nuevo,
que seamos dos
que seamos,
es lo que deseo.

Un beso, tan esperado, más que disfrutado,
y ahora otro por favor, que me he fijado.

Te quiero como se quiere a las flores
regándolas a diario, gozando sus colores,
haciendo de sus días conmigo los mejores.
Días sin prisa, sin calma,
sólo tu y yo, solo yo y tu alma.