jueves, 16 de diciembre de 2021

Antinomias cohabitables.


Ayer comprendí como se siente la sombra, 

sentí lo helado del fuego

trate con éxito una enfermedad mortal,

escuche claramente la voz de Dios

volé en el agua

flote en las piedras

hice poemas sin inspiración,

reí de una tragedia y lloré con una comedia.


Por fin entiendo la soledad acompañado

el desvelo por voluntad

el amor sin corazón

el porque te fuiste.

Al final comprendí 

que debí no deber

y debería dejar de querer.


...te sentí desde lejos

junto a la luz del Sol,

experimente el vacío,

cuando miento lo que no existe

eso me cosquillea el oído

 mientras observo día tras día el mañana de ayer.


Me encuentro sin haberme perdido

y al segundo, sigo una visión de un inexistente

de un demonio con trazas de bondad

de una mujer que parece ser realidad.


Me autoconvenzo que nada es

mientras el todo me avasalla sin razón,

la mente decide primero que el corazón

y el pánico sólo es cuestión de lo que ves.


El final por autonomía se convirtió en principio

la literatura volvió a hablar de fantasías

la locura ilumina a todos,

y el sueño avasalla sin pensar el tiempo.


Puntos lineales

que se entretejen para no anudar,

textos y subtextos

que vamos hallando sin saber cuando parar.


miércoles, 15 de septiembre de 2021

Ave amarilla.


Hace tiempo me matan las ganas de escribirte
sólo que el impulso de querer verte no me deja,
me extasía la idea de salir a buscarte 
sin saber por dónde comenzar a llamarte,
sólo me queda gritarle al destino 
que de nuevo te ponga en mi camino,
que si es contigo con quien debo estar, 
que si es contigo con quien debo volverme a cruzar,
que así sea y la vida nos vuelva a juntar.

Hoy tu ausencia me grita que te salga a buscar
sólo que me detiene el miedo a, si te encuentro, volverme a enamorar.
Y pasa la vida y aún, te pienso, te miento, te anhelo, te espero,
como desde hace ya media vida, inmortal querida.
Extraño escucharte y también hablarte,
mirarte y tocarte,
hacer poesía con una mirada conjunta
o con una simple seña presunta.
Echo de menos escucharte cantar, reír y hasta llorar,
la sinceridad que sólo contigo puedo sacar
la magia que contigo siempre ha de brotar.

Me hacen falta tus caderas para prendarme de ellas
y esos labios que son como llamas,
esas manos que me guiaban con ellas,
(disculpa el atrevimiento, pero simplemente hoy así siento)
y en general, me hace falta, el amor de mi vida
o dicho de otra manera un "ave amarilla".

martes, 1 de junio de 2021

Caótico.

 


Amo el caos, la incoherencia y el desorden,
ver como sólo las cosas simplemente acontecen,
me entusiasma la falta de equilibrio y disciplina,
no me interesa la flor, pero enmudezco con una espina.
Me gustan los fenómenos que arrasan con todo y no paran,
torbellinos, terremotos, tsunamis y vendavales, me encantan.
También, disfruto las cosas descompuestas,
rotas, olvidadas y terriblemente azarosas.
Sueño con la falta de lógica, de reglas, y mandatos,
de preceptos, de consignas, de disposiciones y decretos,
anhelo anarquía donde el desgobierno impere
me gusta el ruido de esa música disonante que se adhiere.
Ansió el romper de las olas y ese frio matinal,
tu cabello revuelto y que vayamos hasta el final.

martes, 6 de abril de 2021

Detrás de una sonrisa.

Detrás de una sonrisa hay,
mil palabras no dichas
infinidad de muecas escondidas, 
tantas lagrimas no vertidas,
lamentaciones ínfimas
y soledades contenidas.

Detrás de una sonrisa encontramos
el despojo de una filia
y un gran pesar de melancolía,
un quejido no pronunciado
y un poco de más soledad al lado.

Detrás de una sonrisa está
la rigidez mórbida de un después
la esperanza de que esto cambie alguna vez
el anhelo de que todo sea como antes
acompañada de todos esos sentires criminales.

Detrás de una sonrisa hay tanto estrés.

jueves, 11 de marzo de 2021

Maldito por no ser humano.

 

Maldito por no ser humano.

 

Los humanos me compraron,

ellos me separaron de mi familia,

abusaron de mi inocencia,

me hicieron creer que me protegerían,

me golpearon,

me mutilaron,

me hicieron pelear con mis hermanos por sobras,

tuve que llevar a cuestas lo suyo durante días,

nunca consideraron lo que yo sentía ni lo que yo quería

y aún, cuando menos lo esperaba,

me abandonaron cuando ya no fui de más de “su utilidad”.

¿Y es a mí al que juzgas como salvaje?

¿Es a mí al que temes?

¿A mí, que sólo soy un simple animal?