martes, 17 de junio de 2014

Coma.

Me ataco el sueño, el frío, la soledad, me quede dormido, temblando, esperándote llegar.

   Cerré los ojos, los puños, mi alma, para ya no creer, para ser ese que ahora soy, para olvidarte, y así paso, otro año en el que no estás, en el que te alejarás todavía aún más, en el que ya no me recuerdas.

Todos ceden al placer, al dolor, lo raro aquí es no sentir, lo difícil siempre sonreír, lo triste es que ni tu voz he de oír, se me negó la entrada, la salida, la gracia, tu voz se me negó, tu mirada me ignoro, tu ser ya no me quiso.
 
   Dormí pensándote feliz, en un paraíso de regaliz, esa mi princesa de maíz, esa que alborotaba mi pensar, se reflejaba en mi mentar, a la que extrañaba a matar.

Me perdí sin ti en mi vida, podía ser cualquiera, nadie llegaría a ser como ella, nadie jamás se acercaría, habrán intentos vanos, de recuperar los años, curar los desengaños, creer superar los daños, hasta que llegan los arrepentimientos, la memoria de los rostros, de que una vez hubo dos\dios.